Katherina Goregliad
Psicóloga Terapeuta

“El cuerpo ya no se movía cuando la maté en el baño de la canchita de tierra. Cuando llegué a mi casa y saqué el saco, pude sentir su cuerpo frío y vi sus ojos semi-abiertos”.[1]

Cesar Alva Mendoza, es el nombre más mentado en estos días; ha sido denunciado por violación y asesinato de una menor de edad (11 años). Es conocido como “El Monstruo de la bicicleta”. Actualmente se encuentra detenido y con prisión preventiva y, seguramente, después de un debido proceso penal, será sentenciado a cadena perpetua. Sin embargo, el clamor popular reclama pena de muerte pues de lo contrario, de no aplicarse, quedaría una sensación de impunidad. Pero, ¿es la pena de muerte la solución para casos de violación? Por otro lado, ¿Es aplicable la pena de muerte en el Perú? No, no lo es.

De acuerdo a nuestra Constitución Política, esta no es aplicable. A ello se suma el hecho que el Perú, se adhirió al Pacto de San José de Costa Rica o conocido también como Convención Americana de Derechos Humanos. ¿Podemos retirarnos de la Convención? Es posible hacerlo. La decisión de estar o no en la Convención debe ser parte del debate jurídico y, seguramente, tomará tiempo. Sin embargo, más allá del debate jurídico para salirnos de la Convención y así pueda aplicarse la pena de muerte, la problemática real está en enfrentar, de manera sistemática, el tema de las violaciones de menores de edad que van en aumento.

No queda la menor duda, que Alva Mendoza es un psicópata sexual. En el 2014, Alva Mendoza fue denunciado por violación sexual. Lamentablemente, las denuncias no prosperaron, en primer lugar, por falta de recursos económicos y, en el otro caso, por desidia en las investigaciones; ¿qué ocurrió tres años después? El mismo sujeto denunciado es capturado por violar e incinerar a esta menor de 11 años.

Es innegable que el interés superior de la Sociedad es la Familia pero, ¿cómo la defendemos si vivimos inmersos en un mundo donde la salud mental solo es parte de la discusión cuando vemos a psicópatas actuando contra menores?, ¿cómo afrontamos la falta de recursos para realizar las investigaciones policiales y/o judiciales? ¿Cómo acabamos con la desidia de algunos servidores y/o funcionarios públicos frente a estos problemas?

Tomemos conciencia de lo que viene pasando, de lo contrario estaremos diciendo VIO-LA-ME QUE NO PASA NADA.


[1] Declaración de Alva Mendoza en Diario Correo, 12 de febrero de 2018.