Katherina Goregliad Torres

Psicóloga- Terapeuta

Las parejas cuando empiezan la relación, ponen grandes expectativas en ella; aspiran a construir un buen futuro amoroso. Todo se vuelve mágico: hay el romance, pasión, sexo y se enfatizan los detalles, como un regalo, una cena, etc. Volvemos a esa persona especial en nuestra prioridad. Estos dulces momentos son parte del inicio de las relaciones pero, ¿qué sucede cuando trascurre el tiempo, se mantiene la misma dinámica?

El trascurrir del tiempo es inevitable y con él vienen cambios; no son ajenos los cambios que experimenta la relación de pareja. Es ahí donde me quiero detener y lograr mostrar, de manera muy sucinta, lo que pasa después de esa primera romántica etapa hasta que, en algún momento, no solo puede evolucionar a ser una relación que cae en la monotonía sino en una que se vuelve tóxica.

Mencionaré, a mi entender, tres etapas de las relaciones de pareja, sin perjuicio que puedan haber (y seguro las hay) otras más.

  1. ETAPA DEL ENAMORAMIENTO:

Es la etapa maravillosa de la relación de pareja, donde no hay errores, todo es perfecto; es mi princesa o príncipe azul el que está a mi lado. Solo nos enamoramos de las virtudes de la persona. Comprendemos a cabalidad sus problemas y siempre estamos buscando lo mejor para él o ella. Nos obnubilamos y estamos dispuestos a dar “todo” por esa persona tan especial que ha venido a colmar nuestro corazón de amor.

¿Qué bonito sonó todo eso verdad? Pues sí. Las expectativas, cuando inician las relaciones de pareja, son bastante altas. Dame el todo por el todo contra viento y marea. Pero, debo decirles que, lamentablemente, esta etapa es la más efímera y se diluye con el tiempo.

Cuando veo a mis pacientes en terapia de pareja, siempre reclaman volver a esta etapa del enamoramiento. Enfocan los problemas del presente hacia el pasado, por ello ¿te suenan estas frases? “Antes no eras así”, “Has cambiado”, “Me mentiste” “Me estafaste” “Cómo pude”, “

“Cómo no me di cuenta”, entre otras.

Pero, ¿cuándo comienzan a salir las parejas de esta etapa? Si hablamos en factores de medición (tiempo) puede tomar 1,2 o 3 meses aproximadamente. Luego, las cenas románticas decrecen, los detalles (regalos) ya no se entregan con la misma frecuencia, comienzo a observar, ahora, los defectos del otro. Comienzan a darse las discrepancias y no se llegan a acuerdos. Cuando sucede esto, hemos pasado a la segunda etapa

  1. ETAPA DEL DESPERTAR: DARME CUENTA DEL SENTIDO DE LA RELACIÓN LA RELACIÓN

En esta etapa, cae la venda del romanticismo insensato, y comenzamos ver las diferencias y/o creencias que tiene mi pareja. Por ejemplo, él creía que una vez que se casen y tengan hijos, ella se quedaría en casa a cuidar el hogar o, por otro lado, ella piensa que el marido tiene el “deber” de mantenerla económicamente porque así le enseñaron en casa. ¿Acaso no recordamos la frase?: “el marido al campo y las mujeres a la cocina”. O cuando nos decían: “hijita tienes que aprender a cocinar para que estés preparada para cuando te cases”. Definitivamente, esas frases son creencias que sí afectan las relaciones de pareja.

¿Cómo la pareja maneja estas creencias que están, en algunos casos, tan arraigadas en nosotros? Estas creencias del pensar y del actuar generan conflicto que muchas veces no pueden ser resueltos por la pareja, pero ¿No era tu príncipe azul? ¿No era la mujer de tus sueños? Quizá lo sea, pero necesitan trabajar, de la mano de un profesional, el equilibrio de dichas creencias para poder sobre llevar la relación de pareja y, más aún, cuando se quiere lograr conformar una familia.

¿Qué se trabaja en terapia de pareja con las creencias no resueltas?

  1. El llegar a acuerdos. Primero entenderse como seres diferentes (es decir, dejamos de lado la frase cliché: “Somos uno en cuerpo y alma”; eso en mentira)
  2. Entender la realidad de la pareja
  3. Trabajar la Comunicación asertiva
  4. Trabajar la Escucha Activa
  5. Trabajar la Empatía
  6. Te culpabilizo de todo lo que pasa en la relación ( solo habrá una direccional hacia determinada persona él /ella).

Para superar esta etapa, debemos pedir ayuda al terapeuta de pareja. No todo está en nuestras manos, solo la voluntad de querer cambiar.

Esta etapa es más larga que la primera, y quizá la de mayor riesgo si, realmente, no se trabaja en la relación de pareja.

  1. ETAPA DE: TE ACEPTO O ME SEPARO

Podemos llegar a la etapa del “te acepto como eres”, pero eso no significa cargar con una cruz. Te acepto es entender al otro en sus defectos y/o virtudes. Este te acepto no es un contrato cerrado, pues las parejas siempre deben estar en constante cambio en aras de lograr mejorar su relación. Lo ideal es llegar a puntos medios, donde las creencias dejan de estar por encima de la relación de pareja. Primero eres tú y luego mis creencias o, en el mejor de los casos, construimos nuevas formas de entender el mundo.

No obstante, si la pareja no soluciona las creencias y cae en la desidia y en la irreparable rutina de los días, seguramente hablaremos de una separación. Esta se puede dar de dos formas:

  1. La separación definitiva sin ningún tipo de comunicación: Aquí ambos han decidido rehacer sus vidas con otras personas.
  2. La separación como círculo vicioso: Esta es la separación más peligrosa pues se vuelve tóxica. El famoso me “voy… no, mejor me quedo”, es decir, estamos en una constante amenaza de separación. O aquella separación de lunes a jueves, pero los viernes volvemos a vivir un “remember-me sexual”, es decir, solo nos encontramos para disfrutarnos el fin de semana pero volvemos a dejarnos, por lo tanto se crea desequilibrio y se pierde la estabilidad emocional.

A ello se suma, que noralmente en una relación que está a punto de quebrarse, devienen los gritos, insultos, reproches, agresiones físicas y/o psicológicas. No sabemos cerrar el círculo si no es con violencia. Hay sufrimiento y dolor; todo es tóxico; peor aún si hay hijos pues ellos ven como los padres se maldicen mutuamente.

  1. La separación con amante: antes de haber concluido el círculo que se ha iniciado, ya se abrió otro, es decir, ya existe un tercero (o llamado también amante)

Brevemente, he querido resumir las etapas que viven las parejas. Lamentablemente las parejas cuando están a punto de perder todo – su relación – llegan al consultorio para pedir terapia. Algunas veces llegan en momentos críticos al borde del suicidio pues ahora, así como se les cae la venda del romanticismo, ahora se les cae la vende de lo que realmente significa tener y mantener una relación de pareja.

Durante la terapia, sin duda, se buscarán los métodos y las herramientas adecuadas para encausar a la pareja a lograr tener una relación sana, ya sea en cualquiera de las etapas. Tengamos presentes que las etapas no, necesariamente, son excluyentes, sino se debería buscar un equilibrio que nos permita tener un amor sostenible; para ello, se debe trabajar el presente, pasado, futuro de la relación, las creencias, entre otros aspectos que determinan la continuidad de la misma. El amor cuesta y hay que cultivarlo. Busca ayuda a través de la terapia pues el amor es la sensación más hermosa que puede sentir el ser humano, no hay que volverlo tóxico.