Katherina Goregliad Torres
Psicóloga- Terapeuta
Esta semana, Google, recordó a una activista que defendió, haciendo uso de sus escritos, los derechos de las mujeres y la igualdad de género; estoy hablando de Maya Angelou. Recordándola, quiero comentar, a grosso modo, el título de su primer libro ‘I Know Why the Caged Bird Sings’ (‘Sé por qué canta el pájaro enjaulado’) y cómo el mensaje, dejado por la escritora, puedes usarlo en tu vida.
Las vicisitudes, que viven la autora, las narra en el libro. Una vida muy difícil, llena de conflictos familiares, abandono de los padres, infidelidades y hasta agresiones sexuales por parte del amante de su madre. Pero aquí está la reflexión: La vida, para ella, sigue fluyendo.
Es verdad, la vida, en muchas ocasiones, suele ser difícil en su trascurrir. Nos pega duramente, en muchas ocasiones; nos puede mantener a punta de golpes, en el piso, sin poder levantarnos; pero sigue fluyendo. ¿Qué hacemos cuando enfrentamos este tipo de situaciones complejas? ¿Qué hacemos, como se indica en el título del libro, cuando nos encontramos enjaulados? ¿Es que me tocó vivir lo más difícil de la vida? ¿Estaré pagando algo? En primer lugar, debes ser consciente de la realidad.
La realidad es la situación actual en la que te encuentras. Qué y cómo te encuentras. Ser consciente de lo que eres y lo que tienes; negarse a ver la realidad es vivir en una mentira constante que, finalmente, te llevará a la angustia y desesperación. Debes tener presente el aquí y ahora: esto es lo que soy, lo que tengo y lo que estoy viviendo. Por ejemplo: soy una mujer maltratada (esto es lo que soy) por mi pareja quien me insulta, golpea y daña a mis hijos (es lo que tengo), pero sigo a su lado porque no puedo dejarlo, es decir, prefiero soportar sus maltratos, pero que no me abandone (lo que estoy viviendo)
Entonces, estás viviendo como aquel pájaro enjaulado que se siente presa de su agresor; sin salida. A pesar de ello, debes saber que has aceptado llevar esa realidad. No es fácil, es muy complejo, pero busca a alguien que te ayude a cantar, es decir, busca ayuda de un familiar cercano, con las autoridades y llevando una terapia. El aceptar el maltrato a cambio de no ser abandonado, es consecuencia de mensajes tóxicos que has recibido a lo largo de tu vida y que han generado culpa en ti; quién no ha oído frases como: “lo siento hijita, tú te casaste para toda la vida, ahora debes soportar”. Esto no debe ser así. Libérate, pero busca a alguien que te ayude a hacerlo. La terapia tiene como objetivo hacerte consciente del aquí y ahora y además de lograr cerrar las culpas que, hoy por hoy, pueden estar haciéndote que aceptes estar enjaulada en un mundo de dolor. Sé un alma libre y sigue cantando para ti y por tu felicidad.