Katherina Goregliad Psicóloga – Terapeuta

En las siguientes líneas queremos mostrar, de manera sucinta, la fragilidad de los vínculos entre las personas, lo que permite el quiebre de la confianza haciendo uso de la mentira, el ardid o el engaño. Para ello, tomaremos una obra cinematográfica que ejemplifica ese aprovechamiento y perjuicio quebrando la Otredad.

Queremos empezar haciendo referencia a una parte del libreto del film: “Se supone que me tengo que dar cuenta si me están haciendo un cuento”. Es una de las frases expuestas en la película argentina “Nueve Reinas” dirigida por Fabián Bielinsky. En dicha obra, Ricardo Darín (quien interpreta a Marcos) y Gastón Pauls (quien interpreta a Juan), son dos estafadores que, por circunstancias del destino, terminan gestando un plan delictivo elaborado que los llevaría a obtener la suma de medio millón de dólares. Pero, ¿cuál es el significado de esta frase y por qué es oportuna traerla a colación?

Hacer el cuento es mentir, falsear, ocultar la verdad de las cosas o tergiversarlas con la finalidad de obtener un beneficio. Siempre hay un detrimento contra el otro; quiero sobrepasarlo, quitarle lo que tiene o impedir que lo tenga, es decir, ambiciono estar encima de él, sentirme superior. En el Perú, el sociólogo Gonzalo Portocarrero, se refirió a este tipo de situación como “viveza criolla” o “pendejada”. El pendejo es el que está “haciendo el cuento”.

Ahora bien, ¿es posible vivir con la obligación de tener que darse cuenta si me están haciendo el cuento? ¿esto no genera una sociedad de hombres paranoicos que están siempre con la espada en la mano esperando matar antes que los maten? ¿por qué se da esta forma de interacción social y, en algunos casos, hemos normalizado la viveza, el cuento, la mentira? ¿ya no es posible tener confianza?

La mentira comunica la intención del otro de su restricción moral. Probablemente disfruta rivalizando con la honestidad y la confianza; quiere sentirse vencedora. El que miente se empodera frente al otro porque lo someto a un mundo imaginario, lo cautiva, lo seduce, lo hace suyo y lo consume hasta transformarlo en nada.

Acertadas las palabras del filósofo peruano, hacia 1969, Augusto Salazar Bondy quien señalaba: “De todo lo anterior resulta que el grado de confiabilidad es mínimo en las relaciones humanas y la duda y el recelo se imponen entre nosotros como actitud generalizada, lo cual es otro poderoso factor de dislocamiento social y cultural que debe ser tenido en cuenta al juzgar a los peruanos” (Salazar Bondy A., 1985, pág. 39)

El que miente o engaña, dentro de sus estrategias, crea una atmósfera de tranquilidad. Es un placer negociar con él o ella; no hay riesgos. Finge en forma y fondo, como se demuestra en la película cuando se dice: “Y tenés otra ventaja además que te va a hacer la vida más fácil, algo que no se compra. – ¿Qué? – Cara de buen tipo”.

El mentiroso, el timador, el estafador, antes, durante y después de sus acciones quiebra los vínculos con el otro. Se aprovecha de la fragilidad que coexiste entre los hombres. En palabras de Bauman, se diría que su moral es líquida pues se diluye y no existe responsabilidad hacia el prójimo; en palabras de Levinas sería la muerte de la Otredad a través de la mentira y el engaño.

Finalmente, no puedo dejar de mencionar, la frase, casi en tono obsesivo de Juan cuando decía: ¿Por casualidad alguno se acuerda un tema de Rita Pavone, “Il ballo del mattone? Y, ¿por qué es relevante para este ensayo? Porque él hace una remembranza a su infancia cuando, probablemente, ya decía sus primeras mentiras o se preparaba para hacerlo.

Sabemos que estas pocas líneas no son suficientes para responder todas las preguntas expuestas ni mucho menos para analizar la obra de Bielinsky. A pesar de ello, los invito a verla, a disfrutarla y sobre todo a cuestionarnos si en nuestro quehacer diario, en el hogar, entre los amigos o en el trabajo hay algo de Juan y de Marcos en nosotros.

Nueve Reinas es la muestra de una sociedad que se construye sin cimientos sólidos. Las fisuras se agrandan cuando se hace uso de la mentira y el engaño contra el Otro. No hay responsabilidad de cuidado por el prójimo pasando a usarlo, consumirlo y desecharlo.

Bibliografía

BAUMAN, Zygmunt (2005) Vida Líquida. Barcelona – España, Ediciones Paidós Ibérica S.A

SALAZAR Bondy, A. (1985). Entre escila y caribdis: reflexiones sobre la vida peruana hacia el socialismo peruano. Lima: Rikchay.