Katherina Goregliad
Psicóloga Terapeuta
“Tomamos pura cerveza. Recuerdo que llegamos a mi casa y entramos a la habitación. Recuerdo que mi esposa dijo que utilice los juegos sexuales que tenemos. Luego me quedé dormido“[1]
El 04 de Noviembre de 2017, Alisson Llerena de Mendiburu habría fallecido, aparentemente, después que su esposo, en uno de sus encuentros sexuales, le introdujera un mortero (arma de guerra) en el cuerpo. Este caso nos permite realizar las siguientes reflexiones: ¿Qué sucede si, producto de un juego sexual, una de las partes sale herida o muere durante el acto?, ¿quién es el responsable? ¿Es realmente feminicidio el acto cometido por el esposo? ¿Por qué tenía en su poder un arma de guerra? ¿Por qué incluye en el acto sexual el uso del mortero? A continuación pasamos a realizar una breve reflexión.
Como se había mencionado anteriormente, en el breve comentario sobre ¿Homosexuales sin dignidad?, Stuart Mill sostenía que la libertad debe estar orientada a conseguir nuestros gustos y a determinar nuestros propios fines sociales; que sirva para diseñar el plan de nuestra vida según nuestro propio carácter y para actuar como queramos, siempre sujetos a la consecuencia de los mismos y mientras no lesionemos a terceros[1], aun cuando los otros miembros de la sociedad puedan pensar que nuestra conducta es excéntrica, malévola o errada.[2]
¿Puede entenderse excéntrico, malévolo o errado el juego sexual practicado por esta pareja haciendo uso de un mortero? Nuestra libertad permite practicar la sexualidad bajo las formas que queramos siempre que provoque satisfacción sin lesión, mucho menos la muerte. Conforme dice Stuart Mill, la libertad está orientada a conseguir nuestros gustos. Si a la pareja le excitaba usar juguetes sexuales, bien por ellos. Sin embargo, lo que sí causa suspicacia es el tipo de juguete sexual que se utilizó por la naturaleza y fin que cumple la herramienta (ser usada como arma de guerra)
Desde el punto de vista bélico, el mortero es un arma letal. ¿Qué hacía un médico con un armamento militar en manos? ¿Tenía permiso para utilizar dicha herramienta militar? Rubén Valera Cornejo, el esposo, tendrá que justificar ante las autoridades judiciales por qué tenía dicho artefacto en sus manos y si cuenta con licencia para portarlo de lo contrario, sería denunciado por el delito de Tenencia Ilegal de armas.
Por otro lado, ¿la muerte encaja en el delito de feminicidio? Analicemos, brevemente la escena: los esposos deciden incluir en la práctica sexual un mortero de guerra; entendamos que la naturaleza de esta herramienta está dirigida a usos militares, no sexuales. No es un consolador, no es un vibrador, no es un dilatador vaginal y/o anal que sí podrían considerarse para el ejercicio de la práctica sexual. Sin embargo, tampoco está prohibido su uso dentro de la sexualidad. Algunas parejas, a pesar de no ser la naturaleza propia del objeto, utilizan palos de madera para introducirlo en los genitales de la mujer, un peine, jabón, botellas, el control remoto de la televisión, etc; lo inimaginable. Recordemos que en sexualidad todo está permitido siempre que haya consentimiento y no se provoque lesiones o la muerte de la pareja.
A raíz de lo analizado, líneas arriba, se desvelan las siguientes preguntas sobre el consentimiento en el ejercicio de la sexualidad. ¿Alisson Llerena de Mendiburu consintió el uso del armamento de guerra como juguete sexual? ¿Conocía qué era un mortero? Aparentemente se habría usado sedación para introducir el objeto: ¿consintió la anestesia para lograr introducir el mortero? Todas estas preguntas deberán ser respondidas por el esposo y, además, por los peritos forenses. Si no se demuestra el consentimiento, ¿podríamos hablar de feminicidio?
El feminicidio es un delito donde se mata por el solo hecho de ser mujer. ¿Rubén Valera Cornejo, habrá tenido la intención de matar a su esposa? ¿Habrá quebrado el consentimiento de Alisson? ¿Hubo violación sexual y posterior asesinato? Todas estas interrogantes deberán ser aclaradas por los operadores de justicia. No obstante, lo que nos deja como enseñanza este caso es que para “jugar juegos de adultos”, hay que ser consciente de las consecuencias que algunas prácticas sexuales acarrean. Por lo demás, ejerzamos nuestra sexualidad de forma libre y sin miedos a los prejuicios.
[1] Diario Correo, 5 de marzo de 2018, consultado el 06 de marzo EN: https://diariocorreo.pe/peru/mujer-muere-tras-mantener-peligroso-encuentro-sexual-con-medico-en-arequipa-806389/
[1] Subrayado nuestro.
[1] Cf. STUART MILL, John (1981) Sobre la libertad. Madrid – España. Alianza Editorial. Traducción de Pablo de Azcárate, pág. 68-69.
BIBLIOGRAFÍA
Diario Correo, 5 de marzo de 2018, consultado el 06 de marzo EN: https://diariocorreo.pe/peru/mujer-muere-tras-mantener-peligroso-encuentro-sexual-con-medico-en-arequipa-806389/
STUART MILL, John (1981). Sobre la libertad. Madrid – España. Alianza Editorial. Traducción de Pablo de Azcárate, pág. 68-69.
[1] Subrayado nuestro.
[2] Cf. STUART MILL, John (1981) Sobre la libertad. Madrid – España. Alianza Editorial. Traducción de Pablo de Azcárate, pág. 68-69.